AVANCES EN LA CARRERA ESPACIAL PARA LA VIDA COTIDIANA
Las herramientas sin cable, como el taladro
inalámbrico, fueron diseñadas para que los navegantes pudieran taladrar las rocas lunares.
El código de barras, presente hasta en el
más pequeño objeto de consumo, fue originalmente desarrollado por la NASA para
controlar los millones de piezas destinadas a viajar al espacio que fabricaban.
De gran ayuda para los
padres de las recientes generaciones son los pañales desechables,
con gelatina absorbente que lograba un balance térmico de los trajes
espaciales, además de solucionar un grave problema.
También en la el mundo
espacial se utilizaron por primera vez los detectores de humo para detectar cualquier vapor tóxico. Y los
tejidos resistentes al fuego,
presentes en los uniformes de los bomberos, cortinajes y asientos de salas de
cine o de actos entre otros, surgen de las investigaciones realizadas para
proteger los circuitos eléctricos de los cohetes.
Los sistemas de ahorro de consumo de energía,
utilizado en los refrigeradores, ordenadores y otros aparatos eléctricos
domésticos, fué desarrollado para los satélites espaciales.
Algunas de las técnicas de desinfección empleadas
en los principales centros hospitalarios del mundo fueron pensadas para los
vuelos al espacio.
El láser,
en sus inicios, fue utilizado en el espacio para realizar test de distancia.
Hoy es empleado ampliamente en la medicina y en la industria.
Los clásicos; el teflón, que repele el agua y está
presente en nuestras sartenes y tapicerías, además de en múltiples aplicaciones
industriales se inventó para recubrir la nave Saturno V, y el cierre de velcro, para resolver el
problema, había que inventar un pegamento que permitiera dejar la libreta y el
bolígrafo fijados en alguna parte. Tenía que ser sólido, ya que un pegamento
líquido se hubiera ido flotando en un racimo de gotas tras el bolígrafo. Y
tenía que ser reversible, para poder despegar lo que se había pegado, y para
poder volverlo a pegar después. Se utiliza ahora para abrochar ropa, soportar
paneles en los vagones de trenes, zapatos sin cordones….
Otras aplicaciones
surgidas de la exploración espacial son la televisión y comunicaciones por satélite, los ordenadores portátiles,
el aprovechamiento de la energía solar, sistemas de depuración y potabilización
del agua, etc. .
En la medicina y la
salud.
.
Las termografías multicolor, que permiten
una representación del cuerpo humano en colores según su temperatura, son un
producto de la era espacial. También es utilizada por la industria. Otras
técnicas médicas de diagnóstico por la imagen también comparten esos mismos
orígenes.
El termómetro digital que carece del
tóxico mercurio, detecta la energía infrarroja que emite el oído, se diseñó
para medir la temperatura de los astronautas en cuestión de segundos.
El dentífrico comestible, (la pasta de dientes
infantil), tal y como lo conocemos ahora, se desarrolló para su uso en el
espacio..
Los alimentos deshidratados y liofilizados,
como algunas papillas infantiles o el café soluble, se idearon para alimentar
al hombre en el espacio, y el microondas para
que calentara sus alimentos.
La actual insulina que utilizan los diabéticos
previenen de las que utilizaban los astronautas para proporcionarse las
vitaminas necesarias para soportar la vida en el espacio.